Harmony Improvisator

Harmony Improvisator


¿Estamos cansados de utilizar siempre los mismos acordes? ¿Nos encontramos empleando frecuentemente esquemas armónicos similares? ¿Cómo podemos crear una transición a otra tonalidad sin tener que estudiar un tratado de armonía?
Harmony Improvisator, la herramienta de asistencia musical para el compositor, desarrollada por Cochleor, puede ayudar a solucionar inconvenientes como los que representan las tres preguntas del inicio.

 

 

Creando armonías con Harmony Improvisator


Harmony Improvisator

Harmony Improvisator


En primer lugar debemos entender que Harmony Improvisator es un instrumento virtual VST que debe insertarse dentro de un proyecto de una aplicación DAW como Cubase, SONAR, energyXT, etc.
La aplicación es capaz de generar sonido empleando su sintetizador interno – sólo cuenta con un sonido – pero también puede ser vinculado con otro instrumento presente en el proyecto. Por ejemplo, si estamos buscando una armonía con sonido de piano, tenemos que insertar algún otro instrumento virtual con el sonido de piano que más nos agrade para la ocasión, y luego establecer el vínculo para que ese instrumento sea manejado desde la salida de Harmony Improvisator.

 

La tarea en Cubase es sencilla.
1. Insertar utilizando el panel de instrumentos virtuales, Harmony Improvisator y otro instrumento, por ejemplo, Pianoteq.
2. Crear una pista MIDI.
3. Asignar como entrada de la pista a Harmony Improvisator. (en Harmony Improvisator se debe activar la opción MIDI out)
4. Asignar como salida de la pista a Pianoteq.

 

La ventaja de vincular dos instrumentos es que de esta manera podemos grabar directamente, con mucha más facilidad, las armonías en la pista del secuenciador, evitando el uso de las propias funciones de grabación que posee el programa, y que considero poco prácticas.

 

Ventana
Harmony Improvisator posee una única ventana, con un aspecto que puede desconcertar un tanto al abrirla por primera vez. Cargada de botones, y sin menús a la vista – al menos en el lugar tradicional donde se esperaría encontrarlos – su interfaz gráfica no representa fu punto más fuerte, pero debo aceptar que no encuentro otra manera de presentar las herramientas con las que opera el programa.
La parte derecha de la ventana presenta el conocido círculo de quintas, y debajo un menú de aspecto diferente. Cada una de las cajas de texto en realidad corresponde a un menú desplegable. Un tanto más abajo encontramos los botones para guardar y cargar secuencias, y una matriz que permite ajustar la octava y la disposición de las voces o notas de cada acorde generado.

 

Hacia la izquierda se aprecian secciones con botones, en donde cada botón representa a un acorde. Por supuesto, de acuerdo al contexto armónico, los botones van cambiando de acordes.
Debajo, aparece la sección denominada Harmonic Timeline, un sector en donde el usuario puede generar patrones de armonías y “melodías”. Es posible crear hasta 7 patrones independientes que se ejecutarán en forma sincronizada con el secuenciador. Sólo se puede reproducir un patrón a la vez.
Para colocar un acorde, el usuario arrastra el botón correspondiente hasta posicionarlo encima de la ubicación adecuada en el pentagrama virtual.

 

Dos de las razones por la que considero incomodo utilizar este panel, es que continuamente se necesita ajustar el nivel de acercamiento/alejamiento para trabajar con precisión. Además, para agregar notas melódicas el usuario necesita contar con conocimientos de teoría musical. Curiosamente, el programa se destaca por no demandar conocimientos teóricos para trabajar con acordes.

 

Creando armonías
El proceso es similar a sentarse con alguien que toque acordes en la guitarra o el piano. La idea del programa es crear una base armónica para que el compositor pueda elaborar armonías. Si bien el proceso inverso – crear armonía a partir de una melodía – también es posible, la tarea demanda más trabajo y el programa pierde su practicidad.
Para facilitar el proceso aconsejo optar por asignar a cada botón el nombre del acorde que representa en lugar de su función dentro de una tonalidad. Precisamente, la nota raíz de la tonalidad se elige en el círculo de quintas.

 

Para asignar el nombre de los acordes, necesitamos abrir el menú Show y elegir la opción Show Chord.
Ahora es cuestión de entender un poco cómo se presentan los acordes en los botones.
Las dos filas superiores identifican a la tonalidad mayor y menor. Por ejemplo, en la tonalidad de Do mayor encontramos los conocidos Do, Re m, Mi m, Fa, Sol, La m, Si dim.
Debajo encontramos versiones con bajo cambiado y con extensiones del acorde presionado en las filas superiores. Un poco más abajo encontramos distintas versiones de subdominantes y más abajo de dominantes.
No es necesario conocer qué es un subdominante y un dominante; mi objetivo es simplemente, describir cada parte.

 

El trabajo para crear una armonía consiste sólo en presionar botones y escuchar cómo se relacionan los sonidos. A medida que el usuario presiona botones el programa calcula opciones de acuerdo a las reglas de armonía tradicional. Además, sugiere acordes que ubica el sector Suggestions, que se acomodan como continuidad del acorde presionado. Por supuesto, esto no significa que sólo se debe trabajar con las sugerencias. El usuario puede presionar cualquier botón y escuchar cómo se escuchar el pasaje. Cuando lo necesite puede presionar alguna de las sugerencias para continuar.
Estas sugerencias constituyen una manera excelente de crear modulaciones, es decir pasar de tocar, por ejemplo en Do a tocar en Si b.

 

Grabando la armonía
Como mencioné antes, la manera más cómoda y más redituable de grabar la armonía creada es utilizando una pista del secuenciador.
Para lograrlo necesitamos crear una pista MIDI en el proyecto del secuenciador asignando como entrada a Harmony Improvisator y como salida al instrumento virtual que queremos utilizar.
Posteriormente, activaremos la grabación en la pista MIDI, pasamos a primer plano la ventana de Harmony Improvisator, y comenzamos a presionar botones. Todo lo que escuchamos se registrará en la pista MIDI. Posteriormente, podremos editar cualquier parte que no consideremos adecuada.

 

También podemos emplear el pentagrama virtual ubicado en la parte inferior de la ventana. Allí debemos presionar y arrastrar cada acorde hasta ubicarlo en los sectores numerados. Cada número corresponde al inicio de un compás. Utilizando el control deslizante que administra la visualización del pentagrama podemos modificar la resolución del compás a fin de acomodar los acordes en lugar más adecuado.
Disponemos de un total de 12 compases por patrón armónico/melódico. El programa permite crear hasta 7 patrones que el usuario puede reproducir para acompañar el proyecto del secuenciador.
Por supuesto, las tareas de edición de notas no poseen la flexibilidad que ofrece trabajar con el secuenciador.

 

Resumen
El programa es un excelente compañero de composición. Su operación es absolutamente sencilla si dejamos de lado la utilización del módulo Harmonic Timeline o pentagrama virtual.
Al combinar el programa con otro instrumento virtual y con la operación y grabación en una pista MIDI del secuenciador utilizado, se logra el mayor potencial de la herramienta.

 

Más info www.cochleor.com

 

Si te ha interesado este artículo, déjanos tu comentario o recomiéndanos a tus amigos.